From LostRing
- // Monica via forum post at FTLR.com (Mar 28/08)
- Re: Monica, Alfredo y Jorge.
- Bueno, pues al final he ido esta tarde a visitar a mi tía. Compré una planta bonita y una tarjeta con un gatito. (Al final no he podido encontrar la planta Cola de gato, jeje, una pena).
- Cuando entré en el portal me empecé a poner nerviosa. No había llamado para avisar de que iba, para no darle pie a que me dijera que no se me ocurriera aparecer por allí. Y confiaba en que al pillarla desprevenida, fuera más sencillo liarla para que me dejara entrar. Pero mientras subía en el ascensor ya no me parecía tan buena idea. Esperaba que no se lo tomara muy mal.
- Una vez frente a la puerta llamé al timbre. No se escuchaba nada... esperé un rato. No sabía si es que no estaba en casa o si no me habría oído. Pero no me atrevía a llamar otra vez para no molestar. Solo me faltaba irritarla más. Notaba que me sudaban las manos. ¡Tenía que conseguir entrar a toda costa y no podía permitirme ningún fallo! Entonces escuché los pasos lentos al otro lado de la puerta. Contuve el aliento mientras se escuchaban los cerrojos descorrerse... Y la puerta se entreabrió.
- Mi tía me miraba con cara de malas pulgas, y antes de que le diera tiempo a decirme que me fuera de allí empecé a hablar. Le dije que sentía haberla molestado y que lo único que pretendía era reforzar los lazos familiares. Que en esos días había estado pensando mucho en lo triste que es perder a la familia, que es lo más importante... y que le había traído un regalito.
- Se quedó un rato callada, como intentando asimilar la información. Me miraba fijamente, luego a las macetas, luego a mí de nuevo... Ese instante se me hizo eterno, y cuando parecía que me iba a cerrar la puerta en las narices me dijo: "pasa". ¡No me lo podía creer, había funcionado! (gracias por la idea Javier)
- Me preparó algo de merienda y nos pusimos a charlar. Siguiendo vuestras indicaciones, no saqué el tema de los objetos de mi tío abuelo nada más empezar. Siguiendo los consejos de Tenchizard, le dije que estaba haciendo una especie de investigación genealógica de mi familia, y que estaba buscando los detalles que hacen único a cada uno de los familiares. Y antes de preguntar por Alfredo, le dije que si podía contarme ella cosas interesantes sobre su vida, que debía ser fascinante, y todo eso. ¡Y en qué momento! Se puso a hablar y me tuvo una hora contándome batallitas (y nada interesante para nuestra investigación). Cuando estaba a punto de dormirme, intenté sacar el tema con tacto. Le conté que ya sabía ella lo mucho que quería al bueno de Alfredo, y que me apetecía ver algunas de sus cosas, para meterlas también en la investigación genealógica. Sobre todo cosas sobre la historia aquella del Hombre del Laberinto que tanto le gustaba contar.
- Así que al final accedió a enseñarme el despacho que solía usar Alfredo y donde estaban sus cosas... Y madre mía. No os podeis hacer una idea. Estaba LLENO de cosas. Me pasé media hora buscando entre carpetas, papeles, periódicos viejos, libros... pero no encontré nada interesante. Mi tía se comenzaba a inquietar, y me traía cosas que ella creía que me ayudarían, pero que para nuestra investigación no nos servía de nada, como un sombrero viejo, o un pañuelo. Así que al cabo de un rato me dijo que ya estaba bien, que le parecía un tanto irrespetuoso revolver de aquella manera entre las cosas personales de Alfredo. Añadió que estaba un poco agotada y que sería mejor que me fuera. Como no quería importunarla demasiado, accedí y me marché.
- Y aquí estoy ahora, de vuelta en casa y dándole vueltas a esta historia. Estoy SEGURA de que tiene que haber algo interesante. El problema está en encontrarlo. Si tan sólo supiéramos lo que tenemos que buscar. ¿Se os ocurre algo? ¿Alguna idea? ¡Os necesito!
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